Autor: Patrick Donohue
Fuente: www.quora.com
Si está familiarizado con el artículo del New York Times sobre la Escuela Waldorf The Peninsula, quizás tenga algunos interrogantes al respecto.
En cuanto a Steiner, era un poco geek (persona apasionada por la tecnología con gran conocimiento sobre estos temas) y producto de una familia encabezada por un padre que vivía inmerso en la última tecnología de la época, siendo operador de telégrafo para el ferrocarril en Austria.
Además, siguió y se educó en los avances más actuales de la ciencia de su época.
Lo que vemos en la educación Waldorf es un énfasis en la progresión natural del desarrollo humano, mucho del cual ha sido validado por la neurociencia más reciente.
La Academia Estadounidense de Pediatría establece claramente que los niños no deben estar expuestos a ningún tipo de pantalla, especialmente la televisión, como mínimo hasta después del segundo grado. Esto se debe a que dicha exposición de manera continuada interrumpe los logros de un desarrollo vital normal. Existe amplia evidencia de que esta prohibición debería extenderse por más tiempo.
Mis hijos van a la escuela Waldorf más grande del hemisferio occidental, donde la política oficial es no usar tecnología hasta el séptimo grado. Esto se debe a que erosiona el desarrollo natural de la imaginación e interfiere con la capacidad de concentración.
Hay un fuerte énfasis en el desarrollo de la imaginación en la educación Waldorf. Las artes juegan un papel importante a lo largo de su educación, especialmente en los primeros grados.
Noah Klocek, actualmente diseñador de producción en Pixar que ha trabajado en Dream Works e Industrial Light and Magic, es alumno de nuestra escuela. Sus padres trabajaban en el ámbito de la educación Waldorf y en casa no tenían un televisor ni una computadora hasta que sus hijos se fueron a la universidad.
Sin embargo, a pesar de su falta de exposición a las computadoras hasta la universidad, hoy trabaja con ellas para ganarse la vida.
Él me dijo personalmente que no haber tenido exposición a la tecnología hasta ese momento fue una bendición en lugar de una maldición, ya que descubrió que era fácil ponerse al día y sobresalir en ese campo.
Esto se debe a que la educación Waldorf le había inculcado un amor por el aprendizaje que hace que sea fácil aprender algo completamente extraño como lo relacionado con los ordenadores, que nunca antes había manejado hasta la universidad.
Explicó además que la exposición temprana a las computadoras no brinda ninguna ventaja ya que la tecnología cambia tan rápidamente y se vuelve más fácil de usar de manera constante en el tiempo. Entonces, lo que está de moda hoy estará pasado de moda mañana y obsoleto en el futuro.
El lenguaje de programación COBOL es un ejemplo perfecto. Aprendí COBOL en la universidad. Fue una completa pérdida de una buena parte de mi vida. Lo mismo ocurrirá con cualquier tecnología que exista ahora, incluso si está a la vanguardia. Dado que está garantizado que no tendrá ningún valor en 10 años, ¿por qué molestarse con eso?
Lo que los niños necesitan aprender hoy es lo que será útil para toda la vida. Más que nada, necesitarán una imaginación bien desarrollada y un deseo insaciable de aprender. Necesitarán fuertes habilidades de comunicación interpersonal. Tendrán que ser capaces de pensar por sí mismos y sentirse cómodos con ellos mismos. Dado que el sello distintivo de su mundo será el cambio rápido y constante, deberán ser altamente adaptables. Sobre todo, deberán ser líderes y creadores de cambios.
El futuro pertenece a los creativos, y la educación Waldorf es una excelente preparación para ello.